Duo-deno Friki Blog

Bienvenido a este rincón del ciberespacio, concebido como homenaje a los grandes genios de la cultura celtibérica (véase: Sazatornil, los Calis, el Fary, Alfredo Landa, Andrés Pajares...), y punto de reunión de los millones de admiradores del gran dúo músico-vocal "Duo Deno Friki Show". Pasen, pasen...

martes, septiembre 11, 2007

Amor inesperado

La mañana del día en que la encontró no era distinta. Nada hacía presagiar lo venidero: el día era tan gris o soleado como cualquier otro, los mismos viandantes de siempre seguían el camino de siempre con la misma indiferencia de siempre Todo era tan igual y tan distinto: los apuntes bajo el brazo, los corrillos en la puerta de la facultad... El profesor daba su enésima charla sobre (ponga aquí su tema aburrido) y entre los estudiantes revoloteaban los planes del fin de semana; la chica de la tecera fila, segunda por la derecha y su imposible escote; el chico de la penúltima fila y su minúscula camiseta asfixiando las ansias de sus compañeras (y de algún que otro compañero); dibujos en las mesas, blasfemias contra (ponga aquí su tema aburrido) y algún que otro traidor oyendo absorto la explicación del catedrático, que a su vez pensaba en el coche recién comprado, en su Congreso en Berlín,y de vez en cuando dejaba caer la mirada en el imposible escote de la chica de la tercera fila, la segunda por la derecha. Seguía la mañana con su pesado mecanismo, su eficacia de autómata, hora tras hora, clase tras clase. Todo seguía la pauta establecida, hasta dar las 14:00 h. en su reloj digital de pulsera. Fin de las clases, proverbial reunión a la entrada de la facultad, y la impostergable peregrinación al sancta sanctorum del almuerzo estudiantil: la tienda de bocadillos. Y allí, miradas que se clavan, sorpresa inesperada, un brusco giro de la vida, que caprichosa se le enreda en la lengua, ahogando sus palabras. Ya no había un antes, nunca más hubo otras, sólo esta nueva y ya imperecedera primera vez que venía a su existencia como agua en el desierto, iluminando ya para siempre sus días, desde entonces sometidos a su sabor de ambrosía, a su tacto de fuego. Desde entonces sólo ella, desde entonces siempre salsa gaucha.